¿No hago nada en casa? ¡Cuidar al bebé y todo lo demás!
Posiblemente el título de este artículo, si tienes un hijo, te suene de algo. Y es que posiblemente en alguna ocasión has tenido que escuchar decir a tu pareja o a algún conocido que no trabajabas porque estabas únicamente en casa cuidando del bebé. Ese comentario te habrá crispado cuanto menos y eso es también lo que le ha sucedido a una mujer rusa que, cansada de oír frases de ese tipo, ha decidido reivindicar su papel de madre y la dura rutina diaria que tiene.
De ahí que haya optado por darle una lección a todos realizando una serie de fotografías donde viene a dejar claro que cuidar a su hija es muy duro y lleva aparejado mucha responsabilidad y esfuerzo.
La protagonista
La recién estrenada mamá que no ha dudado en llevar a cabo la serie fotográfica que ahora te vamos a presentar es Yuliya Skorobogatova, que reside en Moscú y que está harta de tener que soportar que le digan que estar en casa con su hija (Vasilisa) no es trabajo, que trabajar es levantarse de madrugada, coger el metro y comenzar una dura rutina diaria en la fábrica o en la oficina.
Precisamente su hartazgo es el que ha propiciado que decida mostrar en imágenes cómo es su día a día para reivindicar así el papel que realiza una madre que, según manifiesta, es “sencillamente agotador”.
Si sigues leyendo seguro que te identificas en algún momento con su día a día.
Siempre hay sueño
Una de las cosas que cambia en la vida de las madres en el momento que dan a luz a sus hijos es el sueño. Y es que se acabó eso de dormir del tirón o más de siete horas seguidas. De eso nada, ahora hay que levantarse en el momento en el que el pequeño lo decida, bien para darle el pecho, bien para ayudarle a superar sus pesadillas o bien porque quiere comenzar a jugar y punto.
Por eso, como muestra Yuliya en algunas imágenes, el resultado será que se pasará todo el día cansada y con sueño.
Cero intimidad
Ni que decir tiene, como ya seguro que sabes, que quedarse en casa cuidando al bebé supone que ya no se disfrutará para nada de intimidad. ¿Por qué? Porque el menor no se puede perder de vista o porque directamente este no dejará a su mamá ni un segundo sola.
Esta mujer nos muestra como su hija no la deja ni a sol ni a sombra. Así, la interrumpe cuando está haciendo sus necesidades o incluso cuando está tomando una ducha. Vamos, que se siente como si fuera concursante de “Gran Hermano”, siempre observada por alguien.
Tareas del hogar
Para quienes digan que quedarse en casa cuidando de un bebé no es trabajo, que piensen bien lo que están diciendo y que miren atentamente a las imágenes que ha subido a la Red la citada mamá rusa. Y es que estar en la vivienda no sólo supone tener que estar pendiente del menor sino también llevar a cabo todas las tareas del hogar para que cuando el resto de la familia regrese pueda disfrutar de la comida, por ejemplo.
Y para lograr todo eso, hay que convertirse en una mamá multifunción, que mientras no quita un ojo a lo que está haciendo el pequeño se encarga de cocinar.
Todo hay que hacerlo con el bebé en brazos
De la misma manera, no podemos pasar por alto que también, como indica la protagonista de esta serie fotográfica, otra de las cosas que supone quedarse en casa cuidando al recién nacido es que cualquier tarea que haya que hacer se tendrá que acometer mientras se le tiene cogido en brazos. Sí, es así, no vamos a negarlo o ¿no te ha pasado que has tenido que cocinar, planchar o limpiar con tu pequeño en el regazo porque no dejaba de pedirte que le mimaras?
Por eso, los que dicen que no se trabaja en el hogar, que piensen qué pasaría si tuvieran que estar realizando sus labores en la oficina con un bebé encima que les da besos, llora, les coge del pelo, les babea…
Cuidados que son una odisea
Asimismo, Yuliya Skorobogatova no ha dudado en mostrar en las instantáneas que ha realizado con ayuda de un palo selfie una de las tareas más complicadas de su día a día: el momento de cambiarle el pañal y vestir a su hija. Esta, como le sucede a la mayoría de los niños, se niega en muchas ocasiones a ser cambiada y eso supone que llore, que patalee, que empiece a darse la vuelta sobre sí misma…Vamos, que convierte en una odisea para su madre esa labor, que tiene que recurrir a todo tipo de argucias y de trucos para lograr su objetivo.
¿Quién dice ahora que las madres no trabajan?